La montaña hecha a mano

La gran pirámide de Cholula, un fascinante yacimiento arqueológico, un bello destino turístico y una maravilla arquitectónica, es un lugar donde la historia cobra vida. Llamada Tlachihualtepetl, “montaña hecha a mano”, en el idioma nativo náhuatl, la pirámide fue construida a lo largo de varios siglos por múltiples civilizaciones en lo que hoy es la ciudad de Cholula, México.

Los arqueólogos creen que tres sociedades precolombinas construyeron este templo como centro de rituales religiosos, ceremonias y ofrendas a los dioses. Se cree que estaba dedicado a la deidad Quetzalcóatl y su uso coincide con muchas prácticas religiosas típicas de las culturas de la región.

Más que un edificio impresionante, la pirámide era el corazón de un floreciente centro poblacional. Algunos registros sugieren que, en su apogeo, Cholula llegó a albergar a 100,000 habitantes, convirtiéndola en una de las mayores ciudades mesoamericanas de su época, comparable a la antigua Atenas o Jerusalén. Hoy, enclavado en la zona arqueológica de Cholula, el templo vigila la ciudad más habitada de Norteamérica.

Un monumento colosal

Aunque pueda parecer una colina natural, la gran pirámide de Cholula es la pirámide artificial más voluminosa del mundo. El templo solo se eleva hasta una altura aproximada de 66 metros (m) o 217 pies (ft), pero su base mide unos impresionantes 450 por 450 m (1476 por 1476 ft). Esta enorme superficie la diferencia de otras pirámides y explica su volumen estimado de 4.45 millones de m³ (unos 157 millones de ft cu). En comparación, la Gran Pirámide de Guiza solo tiene un volumen de 2.6 millones de m³ (unos 92 millones de ft cu). La siguiente tabla muestra cómo la pirámide de Cholula se compara con otras estructuras impresionantes.

Orígenes históricos

Según las estimaciones históricas, la construcción de la gran pirámide de Cholula comenzó hace más de 2000 años, alrededor del 300 aC. Aunque no está claro en qué se inspiraron quienes la construyeron originalmente, el diseño de su base es similar al de la arquitectura de las culturas vecinas. A lo largo de los siglos siguientes, las culturas olmeca y tolteca aportaron capas adicionales que se elevaron desde los cimientos hasta formar la estructura final en torno al año 1200 de nuestra era.

El significado espiritual de la pirámide está profundamente arraigado en las creencias de las civilizaciones mesoamericanas. El monumental edificio actuaba como puerta de acceso a los cielos, donde las sociedades honraban a los dioses y se comunicaban con sus antepasados. Con el tiempo, sin embargo, a medida que la autoridad política de Cholula disminuía, el templo se fue cubriendo de vegetación. Su propósito original desapareció bajo la tierra y los escombros.

Con la invasión de los conquistadores españoles en el siglo XVI, el destino de la pirámide cambió. Construyeron la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios en lo alto de lo que creyeron erróneamente que era una colina. Este acto ocultó una parte importante del patrimonio cultural indígena de Cholula.

Legado

En la actualidad, la gran pirámide de Cholula es un sitio popular para los turistas, con más de 200,000 visitantes al año. La mayoría visitan la iglesia católica situada en su cima, mientras que el resto lo hace simplemente para contemplar con asombro una enorme ruina antigua.

Desgraciadamente, muy pocas personas conocen a fondo su significado espiritual e histórico. Las recientes iniciativas para reconocer los orígenes indígenas del templo señalan un creciente reconocimiento de su patrimonio. Con demasiada frecuencia se pasa por alto la historia indígena, pero esta notable estructura sirve como recordatorio de las contribuciones y logros de los primeros pueblos de México.

Traducción de ProZ Pro Bono

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