Una vida en el mar

Los Bajau viven, no sobre, cerca o al lado, sino en, la Mar de Sulú en el Pacífico Sur, subsistiendo del pescado que capturan y de los suministros que obtienen de las islas cercanas. Al vivir literalmente sobre el agua, algunos Bajau pasan toda su vida con toda su familia en lepa-lepa embarcaciones que normalmente miden solo 15 pies (pies) de largo por 5 pies (5 pies) de ancho. El tamaño medio de una familia es de entre cuatro y ocho miembros.

La vida cotidiana en el mar

Un día típico comienza al amanecer cuando el patriarca despierta a su familia para emprender el viaje hacia el punto de pesca. Todos los Bajau pescan juntos utilizando redes y lanzas hechas a mano. El padre bucea para arponear los peces, aguantando hasta cinco minutos sin respirar. Al emerger, él tira su captura al barco para que los niños y la esposa se unan a limpiarlos. Lo siguiente es cocinar los pescados sobre un fuego pequeño en la popa de la nave.

Después de una comida rápida, la familia quizá viaja a una isla cercana para recolectar suministros y agua. De igual forma juntan ramas y madera, que los madereros locales ya no utilizan, para reparar su bote. Las comunidades de los Bajau construyen pozos que comparten entre ellos y la madre es la encargada de llevar al hijo más grande para cargar la mayor cantidad de agua que puedan aguantar.

Las viviendas permanentes

En comparación con estas familias marítimas, otros Bajau se han mudado a viviendas permanentes y montadas en pilotes a la orilla de varias islas. Los refugios son construidos por ellos mismos mientras utilizan madera local y los soportes de las casas son formados con ramas de palma ancladas en el suelo marino. Así mismo, los residentes tejen hojas de palma para formar paredes resistentes al viento y la lluvia.

Los pueblos de casas sobre pilotes contienen viviendas de 40 a 50 pies cuadrados de tamaño y están conectadas por varios pasillos. Cada casa está completamente rodeada de agua y ofrece refugio a entre 10 y 15 personas.

La economía de estos pueblos de palafitos está impulsada casi exclusivamente por las ganancias de las criaturas marinas recién capturadas. Un manjar particular de los Bajau es el pepino de mar, una criatura invertebrada masticable e insípida que adquiere el sabor de cualquier cosa en la que se cocine. Muchos de los que aman el pepino de mar dicen que es un gusto adquirido, uno que muchos nunca han adquirido. ¡Quizás este sea un lugar donde no tengas que comer verduras!

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