Pequeñas Maravillas

Viajando por mar al país insular de Maldivas, encontrarás agua interminable que se extiende en todas direcciones. Sin embargo, a medida que tu bote se acerca, notarás cuadrados oscuros que sobresalen del horizonte. Aumentarán de altura a medida que te acerques. Te preguntarás cómo las palmeras pudieron haber desarrollado un follaje rectangular. Entonces te darás cuenta:

No son palmeras, ¡son edificios!

Un lugar abarrotado y arriesgado

La capital, Malé, parece sacada de una película de ciencia ficción: ocupa una de las islas más densamente pobladas del mundo. Más de 260.000 personas viven hacinadas en edificios de apartamentos en una isla circular de una milla cuadrada (2,6 kilómetros cuadrados).

Además de su densidad de población, tiene poca altitud. Su punto natural más alto es de sólo 2.4 metros, lo que lo convierte en el país con menos altitud del planeta. Como puedes imaginar, su altura media de 1.5 metros sobre el nivel del mar y en medio del Océano Índico supone un gran riesgo debido al cambio climático.

Un pasado real

Todo el archipiélago de Maldivas comenzó con un mayor número de islas que de habitantes. Unas 1,192 impresionantes islas de coral se extienden a lo largo de aproximadamente 90,000 kilómetros cuadrados. Se estima que su población a finales del siglo XIX era de 2,147 habitantes, según el primer recuento disponible. En aquella época, Malé se llamaba la Isla del Rey y era el hogar de la dinastía reinante y de su palacio.

Durante el último siglo, Malé ha experimentado un cambio enorme. No sólo ha crecido la población, sino que el palacio real ha sido sustituido por edificios de hormigón, puertos concurridos y malecones escénicos.

Consejos para el turismo

Hoy en día, muchos turistas visitan Malé, alojándose con frecuencia en uno de los numerosos y hermosos resorts de la zona. Los turistas disfrutan del clima cálido y soleado y de la facilidad con la que pueden llegar de un lugar a otro. Con una circunferencia de menos de seis kilómetros, se puede ir andando a cualquier parte de Malé.

Se puede ver toda la ciudad a pie en aproximadamente una hora, y después, cuando estés listo para refrescarte en el océano, dirígete a la conocida playa artificial. No obstante, deja tu bikini en casa, ya que este país musulmán exige vestimenta recatada para el baño. ¡Ahorrarás un montón en protector solar!

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