Los autos clásicos de Cuba

El primer automóvil llegó a Cuba en 1898, proveniente de Francia. Durante una década, la mayoría de los autos que llegaron a Cuba provenían de fábricas en Estados Unidos.

Durante la primera mitad del siglo XX, Cuba demostró ser un mercado rentable para los fabricantes estadounidenses de automóviles. La combinación de alta demanda e impuestos bajos le permitió a Cuba ocupar el segundo lugar en el hemisferio en propiedad de automóviles per cápita.

En 1956, aproximadamente 143,000 autos fabricados en Estados Unidos, conocidos como tanques Yanquis, circulaban por las carreteras cubanas y 95,000 de éstos solamente en La Habana. En algunos casos, los modelos nuevos se probaban en Cuba antes de aparecer en los concesionarios en Estados Unidos.

Restricciones tras la Revolución

Esta afluencia llegó a su fin en 1959 con la Revolución Cubana. El nuevo líder del país, Fidel Castro, confiscó empresas estadounidenses, como fábricas y bancos, e impuso altos impuestos a las importaciones procedentes de Estados Unidos. En respuesta, Estados Unidos impuso un embargo comercial y, como resultado, los cubanos no podían comprar autos nuevos ni tampoco repuestos para reparar los autos viejos.

Los cubanos propietarios de automóviles tuvieron que ser ingeniosos para mantener sus vehículos funcionando. Aprendieron a reparar sus autos ellos mismos, adaptando repuestos importados de socios comerciales como la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y otras naciones comunistas. Como era imposible comprar autos nuevos, la mayoría de los automóviles se pasaban de una generación a otra como reliquias familiares.

Historia en las carreteras

Conducir en las calles de Cuba hoy en día es como viajar en el tiempo. Los autos de colores vibrantes de las décadas de 1930, 1940 y 1950 crean un museo rodante. De los aproximadamente 70,000 autos clásicos que hay en Cuba, los expertos calculan que cerca de la mitad de los autos son de los años 1950, una cuarta parte de los años 1940 y la otra cuarta parte de los años 1930.

En 2014, se legalizó la compraventa de autos bajos estrictos controles gubernamentales. Con precios hasta cuatro veces el precio de fábrica, los autos resultaban tan caros que sólo los cubanos más ricos podían adquirir uno. El salario promedio mensual en Cuba en ese entonces era menos de US$100 (dólares estadounidenses).

Fuente de dinero

Los autos clásicos son una fuente de ingresos para sus dueños, ya sea al alquilarlos o al operarlos como taxis. Los turistas contratan a conductores para llevarlos por rutas panorámicas alrededor de La Habana, la ciudad capital. Pasear por el Malecón frente al mar, en un auto clásico convertible bien cuidado, es una maravillosa experiencia, sobre todo al atardecer.

También las compañías de taxis utilizan autos clásicos. Es más probable que los cubanos viajen en estos taxis, en lugar de los turistas. A menudo se acondicionan para transportar a más pasajeros que su capacidad original. Estos autos normalmente no se encuentran en condiciones óptimas, debido al desgaste y las roturas.

Los autos clásicos siguen siendo un elemento encantador de la cultura cubana, ya sea que transporten a los habitantes de la isla o a los turistas. ¿Qué pasaría con ellos si Estados Unidos levanta el embargo comercial? Con repuestos disponibles, estos vehículos podrían seguir funcionando hasta el próximo siglo.

Traducción de ProZ Pro Bono

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