Viaje a los jardines flotantes

Los Jardines Flotantes de Xochimilco, a las afueras de Ciudad de México, son un testimonio del ingenio del México prehispánico. Desde 1987 han sido considerados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Construidos por la población indígena de Xochimilco, los jardines florecieron desde el siglo X hasta el XV, antes de caer bajo el control de una ciudad vecina, Tenochtitlán, en 1430. En 1521, los invasores españoles conquistaron ambas ciudades. A pesar de estos cambios de propiedad, una parte de los jardines permanece intacta, haciendo las delicias de la población local y de turistas por igual.

Innovación en granjas flotantes

Los jardines flotantes se componen de islas hechas a mano conocidas como chinampas, que se traduce como “en la cerca de cañas” en una lengua indígena. Tradicionalmente, los agricultores utilizaban estacas para delimitar las parcelas en las aguas poco profundas del lago, colocando barro y vegetación dentro de su perímetro. Los lechos elevados resultantes eran suelo fértil para plantar y cosechar cultivos. Con el tiempo, a medida que se construían y ampliaban más chinampas, se formó una red.

Las chinampas eran famosas por su productividad. En ellas se cultivaban productos básicos como el maíz y el frijol, además de calabazas, amaranto, tomates, chiles y flores. Este sistema agrícola se beneficiaba de una red de 150 canales, cada uno de 2.5 metros (m) de ancho, siendo en total más de 80 kilómetros de distancia. Los canales eran esenciales para facilitar el acceso a los huertos y asegurar que los cultivos recibieran el riego necesario. También facilitaban el comercio en todo el Imperio azteca.

El diseño de las chinampas facilitaba la expansión. Por ejemplo, si se necesitaba una parcela adicional, bastaba con alargar el área existente unos 30 m y mantener el ancho estándar de 2.5 m. Este método permitía adaptar la agricultura en chinampa a las necesidades cambiantes de la comunidad.

La difusión global de las chinampas

Las chinampas no son exclusivas de Xochimilco. En las Islas de los Uros del Lago Titicaca, en Perú, sus habitantes las construyen apilando raíces y juncos. Sus esfuerzos dan lugar a sólidas plataformas sobre el agua. Mientras que las chinampas suelen ser rectangulares, de 30 por 2.5 m, las de las islas de los Uros suelen ser más grandes y de forma más irregular.

Una atracción inquietante

Los jardines flotantes albergan hoy unas 5,000 chinampas. Uno de los más conocidos es la Isla de las muñecas, que, como su nombre indica, está llena de cientos de muñecas de juguete. Este lugar se hizo famoso cuando su cuidador empezó a colgar muñecas en los árboles como homenaje a una niña que murió ahogada en las cercanías. Con los años, la isla se ha adornado con una inquietante colección de muñecas, algunas envejecidas y deformes. Su inquietante encanto intriga a los visitantes, que pueden dejar su propia ofrenda.

Desgraciadamente, el crecimiento urbano, las especies invasoras y el insuficiente apoyo gubernamental han puesto en peligro el estatus otorgado por la UNESCO a los Jardines Flotantes. No obstante, las chinampas que han sobrevivido son un monumento al ingenio de la población de Xochimilco, tanto en el pasado como en el presente.

Traducción de ProZ Pro Bono

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